miércoles, 15 de julio de 2009

Objetos y juguetes en zonas comunes

Que cada vez, gracias a Dios, hay más niños donde vivimos, es una realidad que la podemos ver cada día. Esto implica tener que organizarnos mejor para que todos podamos disfrutar de este bonito lugar donde vivimos. Como acordamos hace meses, aquellos objetos o juguetes que se dejen en las zonas comunes, sobre todo, en las zonas de paso, son recogidos y guardados durante unos días y posteriormente, si no son reclamados, nos deshacemos de ellos. Esto parece que está funcionando, pero debemos continuar en esta línea de colaboración. Para ello debemos pensar en lo que puede significar no tener en cuenta algunas cuestiones importantes.
Las zonas comunes no son una extensión de nuestras viviendas y por lo tanto, como tal, no podemos dejar que nuestros niños o las personas encargadas de atenderlos, dejen los juguetes en estas zonas. Tampoco debemos dejar otros objetos o muebles en estas zonas comunes. No son el almacén de nuestra casa. Si nos sobra algo o nos nos cabe en casa, desprendámonos de lo que sea de otra forma. Fuera, en las zonas comunes, sólo puede atraer a "habitantes" indeseables, dan una muy mala impresión de quienes viven cerca, los niños pueden sufrir un accidente, etc.
Los objetos en las zonas de paso sólo nos van a dar problemas. Las personas mayores o con problemas de visión, pueden tropezar y caer. Los niños pequeños pueden caerse igualmente.
Hace algunos años, tuve la costumbre de pasear y caminar por las zonas de paseo de nuestros jardines. Muchos vecinos saben, como yo, lo placentero que resultaba poder hacerlo por la mañana temprano disfrutando enormemente de este ejercicio matutino, sin embargo, tuve que dejarlo porque a veces, literalmente tropezaba con algunos juguetes y objetos abandonados en las zonas de paso.
Creo que es lamentable que no podamos disfrutar todos de donde vivimos, con lo fácil que puede resultar, con un pequeño esfuerzo, tener un mínimo de cuidado y tratar de pensar, aunque sólo sea por unos segundos, en el resto de los vecinos.
Nuestros niños no pueden acostumbrarse a que todo, absolutamente todo, esté ahí para su juego y disfrute sin tener en cuenta a los demás. Creo que deben aprender a compartir. Compartir juguetes, juegos y como no, espacios. Es más que probable que la razón última de esto no puedan comprenderla, pero si es más fácil que comprendan la primera o más próxima, es decir, la de que recogiendo sus juguetes mañana podrá volver a jugar.
¡Ah! Pero esto es tarea de padres. Bueno, pues eso es lo que somos.

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