Me gustaría compartir con todos, desde el punto de vista profesional y sobre todo como padre, mis inquietudes sobre la posibilidad de educar que tenemos en nuestro entorno más próximo. Por supuesto que lo intento hacer desde una actitud personal y sujeta, como no, a todas vuestras críticas.
Proyectos educativos tan innovadores como el que se está llevando a cabo muy cerca de aquí, promovido por personalidades muy relevantes sobre la “CIUDAD EDUCATIVA” merece nuestra reflexión. En estos proyectos, se aprovechan todas la oportunidades que las ciudades modernas pueden tener para que sean educativas, es decir, se trata de que las ciudades sean actores de la educación de sus ciudadanos.
Pensar que la educación, sobre todo la de nuestros niños y jóvenes, es responsabilidad exclusiva de la escuela, es un grave error, desde mi punto de vista. Pensar, así mismo, que otras instancias de esta sociedad, llámense amistades, compañías, televisión, Internet o vídeo juegos, no ejercen influencia en dicha educación, me parece también otro grave error.
Estoy seguro que la experiencia de los padres, les ha permitido saber e intuir que todo lo que nos rodea, en mayor o menor medida, ejerce su influencia en la educación de todos, pero fundamentalmente en la de niños y jóvenes.
Como padres y madres, todos procuramos lo mejor para que nuestro hijos lleguen a ser ciudadanos responsables, con capacidad de ser felices, de contribuir y desarrollar una sociedad mas solidaria y justa, y que les permita desarrollarse así mismo como individuos plenos. Sin embargo a veces nuestra realidad más próxima la podemos desaprovechar en su beneficio. Me explico. ¿Qué es lo que tenemos más próximo en nuestro entorno, además de nuestras familias, que nos pueda ser útil para la educación? Hay muchas cosas, todas en principio son buenas.: la misma televisión, los vídeo juegos, Internet, etc. Otra cosa es que se utilicen de forma adecuada para mejorar la educación de nuestros niños y jóvenes. Pero entre estas cosas está, queramos o no, nuestra convivencia y relaciones con los demás. Esta convivencia y estas relaciones, se concretan, lo queramos o no, en nuestra vida en comunidad, es decir, en las evidentes relaciones que demostramos con nuestro vecinos.
Valores que podemos encontrar como referentes educativos.
Nuestra comunidad ha dado y está dando ejemplo de valores muy interesantes, desde el punto de vista educativo. Sólo mencionaré algunos de ellos. No hace mucho vivimos momentos muy desagradables para todos, de violencia y todos dimos testimonio público de solidaridad y rechazo a la misma. Nuestra sensibilidad por los problemas que hemos tenido con las lluvias e inundaciones, ha puesto de manifiesto también una actitud solidaria. Defender los intereses de todos tratando de no pagar más de lo que debemos pagar. Cuidar y respetar los servicios, instalaciones y recursos de la comunidad, para que estén en buen uso y para que todos podamos disfrutarlos, es una muestra, a mi entender, de una buena y sana convivencia. Estos son algunos de los ejemplos que pueden ayudarnos a educarnos todos, pero sobre todo, a nuestros niños y jóvenes.
Con la que está “cayendo afuera”, donde podemos comprobar que hay escasos referentes educativos, nosotros nos permitimos el lujo de no echar mano de este referente próximo, sin costo adicional y con toda la participación que queramos.
Desde mi experiencia, he podido comprobar, cada vez que se me ha invitado a compartir con los padres estas y otras inquietudes, como a veces los padres buscamos lo mejor para la educación de nuestros hijos, pero sin que esa búsqueda nos comprometa mucho. Todos estamos muy ocupados. Todos. Pero no se trata de sacar más tiempo para dedicar a nuestros hijos, se trata de que el tiempo con el que contemos sea de calidad para que realmente sea educativo, se trata de ser consciente de nuestra actitud y de la comunicación que tratemos de mantener con ellos. Decidí, hace tiempo, que la mejor manera de ayudar a los padres y madres preocupados por la educación de sus hijos, era la de ayudarles a que realmente tomaran las riendas de la educación de sus propios hijos y se convirtieran en sujetos actores y no asumieran postulados e ideas que a ellos no le dicen nada, ni le aportan nada o casi nada y que muchas veces están marcados por modas, costumbres o valores nada claro.
Soy consciente del valor y algo de sacrificio, que esta actitud conlleva, pero el esfuerzo creo que merece la pena. Por ello, creo que sería muy importante que aprovechásemos todo lo que ocurre en nuestra comunidad, como elementos que nos pueden ayudar a educar mejor a nuestros hijos. Claro que para ello, lo primero que deberíamos plantearnos es si somos conscientes del ejemplo que damos con nuestra actitud frente a los problemas comunes. Toda situación en potencia, puede ser educativa y creo que podría ser aconsejable que nuestros hijos vengan a nuestras reuniones, vieran nuestro ejemplo de cómo a pesar de tener puntos de vistas diferentes, podemos solucionar los problemas, cómo procuramos solucionar los problemas de todos, como nos respetamos y de cómo respetamos todo lo que es de la comunidad. Son ocasiones, que están muy reguladas por leyes pero que tienen posibilidades educativas.
Esto, como se comprenderá, es todo reto formal, pero pretende, en última instancia, dar la oportunidad a los padres para que le den sentido a lo que ocurre en nuestra comunidad y sobre todo, a lo que se relaciona con los juegos y actividades de nuestros hijos. Esta explicación se la debemos.
