martes, 1 de septiembre de 2009

CRISIS: SIN CREATIVIDAD NO SALDREMOS.

Las crisis, tanto la que podemos sufrir en lo personal, como la que estamos pasando, tendrán su final, sin duda, pero dos son los requisitos fundamentales para que el final llegue cuanto antes: la creatividad y nuestra disposición al cambio

El cine, aunque sea como realizador aficionado, es una de las formas de expresión más compleja. Contar una historia en imágenes y sonido plantea constantes retos. La historia que se va a contar, por otro lado, es dinámica y en el guión se debe dar el ritmo y sobre todo, la película debe contar con situaciones críticas, con puntos de inflexión “plot point” que llevará al final deseado la historia. En cierto modo las crisis, tanto la que podemos sentir en lo personal como la económica que estamos sufriendo, debería ser un punto de inflexión y situación crítica que nos haga llegar al éxito personal, empresarial o familiar. De igual manera que el guionista debe ser creativo para proponer soluciones en su historia de manera verosímil, nosotros deberíamos ver en estas crisis oportunidades de poderla resolver de manera exitosa y al mismo tiempo crecer todo lo que podamos. Lo cual, a diferencia con el guionista de la película, nos permitirá madurar significativamente. La primera cuestión importante que se puede aprender es que, como casi siempre ocurre, lo importante es el proceso, el camino seguido hasta el final, y quizás no tanto el producto en sí. De una situación crítica todos terminamos saliendo, lo que no quiere decir que la “salida” siempre sea positiva.

El cine y la creatividad, imposible lo uno sin lo otro.

La creatividad siempre será la que permita encontrar alternativas o soluciones a las cuestiones que constantemente se van planteando en ese proceso. Si damos las mismas soluciones a idénticos problemas no siempre tendremos éxito. La crisis actual es profunda, global y multisectorial. Por lo tanto de nada nos vale aplicar lo que siempre se ha hecho. No sentimos obligados a ser creativos. Nos va en ello no ya la continuidad sino la supervivencia. Pero esto, lejos de verlo como un factor que nos hunda deberíamos verlo como un reto más de los que esta vida esta llena, desde que nacemos hasta que morimos. De igual manera, en una película, el desarrollo del guión, supone un reto constante de superación y solución de problemas. Es cierto que el dominio de las técnicas proporciona soluciones ya experimentadas, pero en el cine confluyen muchas técnicas diferentes, así que para tener éxito nos informamos, aprendemos y experimentamos para llevar a cabo nuestro objetivo. En las actuales circunstancias es necesario hacer lo mismo. Pero en ambos escenarios al final, las soluciones que demos para tener éxito, vendrán de las ideas creativas que seamos capaces de tener. A propósito, si nos creemos que tendremos éxito, que saldremos airosos de la crisis, tenga el convencimiento de que así será. Sea positivo, es probable que no tenga ningún argumento que le pueda demostrar que no será así. Todo esto es aplicable, punto por punto, en los momentos que personalmente se sienta en una situación crítica.

Hay una segunda cuestión que debemos decir: Cuando estamos convencidos de que lo qué queremos es una “idea buena”, ilusionada e ilusionante, todas nuestras energías, habilidades y creatividad se ponen a su servicio.

La creatividad nos puede dar ideas y soluciones para ser felices. El problema es si vivimos creativamente.

Cuando por primera vez nos aproximamos a ver qué es eso de la creatividad y si nos puede útil en la vida diaria, lo primero que debemos tratar es quitarnos el mito de que la creatividad sólo es exclusiva de los genios. Atención, no se trata de convertirme en un genio de la noche a la mañana, no. Se trata de intentar crear, tener, desarrollar “genialidades” que nos sirvan para solucionar problemas de nuestra vida y alcanzar unas cotas de razonable felicidad.

Aclaro lo de “genialidades”: Se trata de aportar ideas no frecuentes, surgidas de áreas distintas o de contextos distintos y que, reformuladas o adaptadas a nuestros problemas, nos pueden ayudar a dar solución al mismo. Primer mito a destruir: la creatividad no es privilegio sólo de unos pocos genios.

Descubrir que la creatividad siempre ha estado con nosotros, que siempre hemos podido ser creativos, es comenzar ya a ser creativos; es lo que siempre, verdaderamente, nos permite adaptarnos a cada una de las circunstancias que vivimos, por muy dramáticas y trágicas que sean. Nuestra propia creatividad es la que nos facilita los cambios necesarios para seguir viviendo y poder aspirar a esas cotas de felicidad razonable que ya se ha mencionado.

Otra cuestión a tener en cuenta: si los seres humanos hemos llegado hasta aquí, nuestra capacidad de adaptarnos y la creatividad habrán tenido algo que ver.

En situaciones negativas, críticas y, a veces, trágicas, deberíamos ver, más pronto que tarde, la posibilidad de encontrar algunos aspectos positivos. Es precisamente en estas situaciones de carencias y dificultades donde todos nuestros recursos y, sobre todo, la creatividad, nos van a ofrecer, sin lugar a dudas, posibles ideas que nos ayudarán a solucionar con éxito las situaciones o las crisis. La cuestión es si podemos comprender y manejar los mensajes que nos puede dar nuestra mente en un intento de aportar ideas para la solución.

“Nuestra capacidad creativa, en mayor o menor medida, está con nosotros desde que nacemos. La cuestión es si la dejamos que se exprese y si facilitamos su crecimiento”

Segundo mito a destruir: La creatividad, inicialmente, es inconsciente. No podemos ordenar a nuestra mente que “produzca” ideas creativas. Se escapa de nuestro control. Es más tarde cuando podremos aplicar toda nuestra racionalidad para evaluar, desarrollar y aplicar. Luego, ¿cómo podemos utilizar este potencial creativo que es inconsciente, pero necesario? No se preocupe mucho, usted ha llegado hasta aquí, hasta ese momento personal de su vida y lo más probable es que no haya sido consciente de esto. Su creatividad siempre ha estado con usted y con mayor o menos fortuna le ha ayudado. Lo importante es no impedir que crezca.

Tercer mito a eliminar: las ideas creativas, aunque surgen inconscientemente, no salen de la nada. Son elaboradas o reelaboradas a partir de ideas, percepciones y experiencias “nutrientes” para la creatividad. No hay reglas “alimenticias” ni “dietas” para alimentar nuestra creatividad; a todo lo más que podemos aspirar es a sentir la vida y lo que nos rodea, sin interferencias que nos lo impidan.

La mejor manera de ser creativo es vivir creativamente”

Siguiendo con el ejemplo del cine. Toda historia nos deja algo en nosotros, de igual manera, en nuestra historia personal, la del día a día, la de los momentos críticos, nos puede dejar también algo y podemos decir que no hay ninguna situación de la que no podamos sacar algún aspecto positivo; todas son oportunidades abiertas. Pero sin creatividad, difícilmente podremos convertirla en positiva.

CÓMO ACTUAR.

Aquí hay algunas recomendaciones que nos impiden nutrir y alimentar nuestra creatividad:

- La culpabilidad y los reproches impiden la percepción de lo que nos acontece y ocurre.

- Cada idea, como cada planta, necesita crecer para que se vea. Si nos precipitamos en enjuiciarla y criticarla, la idea muere antes de tenga alguna forma.

- La rutina nos hace ver la realidad como siempre la hemos visto, luego nunca podremos verla de otra manera y, por lo tanto, nunca nacerán ideas distintas.

- Nuestra mente no puede “alimentarse” de muchas cosas a la vez; sólo puede hacerlo de una cosa y después de otra.

- El miedo, ese gran manipulador, interfiere de tal manera en nuestra mente que la bloquea e impide su “normal” funcionamiento. Procure no etiquetar la crisis con miedo, cámbiela por la etiqueta de “reto”.

- Los esquemas que hemos aprendido son útiles y necesarios para las cosas rutinarias. Para la creatividad suelen ser un verdadero lastre.

- Nuestro miedo y resistencia a cambiar lastra y ralentiza todo nuestro potencial mental. Es paradójico esta resistencia que sentimos al cambio cuando, desde que nacemos hasta que morimos, nuestra existencia en un puro cambio.

Si no hay cambios y si no somos creativos, no salimos de las crisis. Pero el mensaje final no puede ser otro: las crisis siempre son oportunidades de cambiar y de aprender y esto nos ayuda a crecer y a desarrollarnos. Ah, lo mejor para ser creativo es vivir creativamente. Apréndalo, merece la pena.

Miguel Hidalgo Valdés

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